
Esta historia transcurre en Tulúa, en la época de 1949. El país es dirigido por un gobierno liberal, por ello todos los cargos públicos se encuentran en manos de los partidarios liberales. León María Lozano, es un militante conservador en un pueblo de mayoría liberal, por esta razón es discriminado por la mayoría de los habitantes; con la excepción de sus simpatizantes en el partido y por Doña Gertrudis Potes, importante militante liberal en el pueblo.
Durante los acontecimientos del bogotazo, cuando se conoce de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, se generan revueltas a nivel nacional en contra del partido conservador. En estos hechos todos los conservadores se son perseguidos por los liberales que se sienten ofendidos por la muerte de Gaitán, León María Lozano se defiende de dichas multitudes y se convierte en un líder conservador como y es visto como un héroe. Ello lo conlleva que descubra que es capaz de liderar al pueblo y posteriormente cuando el gobierno es asumido por los Conservadores y León María Lozano, aprovecha su ventajosa situación para convertirse en un asesino. Sus simpatizantes conservadores se transforman en sus sicarios, apodados los "pájaros"; quienes comienzan a asesinar a los principales militantes liberales del departamento. León María Lozano se hizo célebre por ser un conservador a capa y espada, que por honrar su causa política, lideró una batalla campal contra los liberales en Tulúa y el Valle del Cauca, generador de la más cruel violencia en su región. Al conocer estos actos los conservadores manifiestan su entero apoyo y protección para que él continúe, su misión patriótica. Por ser tan bárbaro y pertenecer a los pájaros, León María Lozano fue llamado “el Cóndor” quien se convirtió en un maquiavélico asesino que no sólo iba e contra de los liberales, sino contra todos aquellos que estuvieran en contra de su régimen. Por ser una persona así, las personas celebraron cuando él se encontraba muy enfermo de asma, enfermedad que sufría desde hacía muchos años, pero cuando se recuperó asesinaba a todo aquel que participó de esta celebración, Tulúa vivía atemorizado y no participan de los velorios de los muertos que iba dejando el Cóndor.
Tanto poder llevo a León María a tener desordenes mentales y delirios de persecución, sentía que era perseguido por los Cuatro Jinetes del Apocalipsis quienes le se querían quedar con su alma.
El poderío de “El Cóndor” terminó cuando después de la Masacre del Municipio del Recreo, en la cual él no tuvo nada que ver, él fue culpado y para remediar esto participó en el comité de conciliación entre liberales y conservadores donde se quería generar un medio de paz y reconciliación entre estos dos partidos políticos representativos de nuestro país.
El partido conservador en vista de tantas atrocidades generadas por este grupo “Los pájaros” y su líder “El Cóndor” deciden que él se traslade para la ciudad de Pereira para no sólo protegerlo a él de que lo asesinaran, sino para proteger la imagen del partido que ya se estaba convirtiendo en una imagen temida por los constantes asesinatos que se escuchaban, él continuaba sufriendo de estos delirios de persecución y cuando fue mandado a asesinar en una fría noche bogotana por los liberales, mientras morirá en la calle, solo, rodeado de desconocidos y sin su familia él escuchaba los cascos de los cuatro jinetes del apocalipsis que se estaban llevando su alma, así como tantas veces lo escuchó en sus delirios.
La iglesia es uno de los focos en los que centra la película, en el que se puede ver también una polarización ideológica al ponerse del lado del conservatismo; aquí la iglesia es la institución moral que condena a los liberales y celebra el modo de proceder de los conservadores; esta batalla como dice El Cóndor “Es cuestión de principios” refleja que todo lo que estaba haciendo se encontraba legítimamente bien hecho y cobijado por una marco religioso que los favorecía. Este hombre que en principio se ha mostrado tranquilo, trabajador y con principios inviolables y radicales de lealtad a su partido, se transforma poco a poco en el cabecilla de “Los pájaros”, y, es por este mismo código ético que lo rige, que se convierte en un asesino.
Lastimosamente, este tipo de hechos históricos muestran una clara falta de memoria y compromiso con el país, para muchos esta parte de la historia era desconocida o sólo se escuchaban algunos apartes de ella, pero esto lo que siempre ha caracterizado la historia enmarcada por la Violencia Colombiana, donde no sabemos con exactitud quienes han sido matados por cuestiones políticas, ni siquiera muchos de sus familiares más cercanos lo reconocen, el olvido llega pronto.
Pero estos hechos relatados sobre la historia de nuestra historia no distan mucho de la realidad actual, grupos violentos como “Los Pájaros” bien se asemejan a agrupaciones armadas de la guerrilla, los paramilitares y grupos de izquierda que con las diferentes masacres, asesinatos, mutilaciones, fosas comunes, cuerpos abandonados y entre otros actos violentos ponen su poderío sobre el de los oponentes a su pensamientos políticos e ideologías.
Es un proceso que desde inicios del siglo XX se ha mantenido latente, conviviendo en nuestro imaginario colectivo, pero frente al cual a pesar de todo esto, no hemos tomado conciencia, volviéndonos irreflexivos, indiferentes y manteniendo una posición pasiva y poco crítica frente a nuestra realidad. Cóndores no entierran todos los días es una novela que hace un llamado al pasado, colocándonos frente a un hecho histórico concreto que también nos habla de nuestro presente; nos abre un espacio para la reflexión.
Considero que es una apasionante historia relacionada con hechos reales que marcó en gran manera la historia de nuestro país Colombia, el relato absorbe de tal manera al lector que se hace parte de la historia.