Después de escuchar al profesor Guillermo Gartner en la clase del día de hoy hablando sobre las diferentes situaciones que pueden verse en la Plaza de Bolivar de nuestra ciudad Pereira, donde en gran parte se refleja lo que muchos de los ciudadanos de esta ciudad deben hacer bien sea por necesidad o por que les gusta, es por ello que recordé una crónica que yo había realizado en compañía de unos compañeros para un trabajo de Constitución Política en la Universidad y que nos dejo muchas experiencias que me gustaría compartir en este espacio con todo aquel que lo visite.
La Crónica tiene por nombre "LA PLAZA DE BOLIVAR Y SUS PROTAGONISTAS"

Empiezan a salir los rayos del sol, perpetuándose por entre las etéreas nubes, dándole vida a nuestra ciudad, pregonando con su irradiante luz el nacer de otro día. Con ello la imagen de nuestro libertador esculpida en bronce cobra vida, y su llama se enciende vivazmente, iluminando el lugar que a su honor lleva su nombre, la Plaza Simón Bolívar.
Su ubicación la hace aun mas especial, convirtiéndola en el principal sitio de encuentro entre pereiranos y extranjeros, enmarcando varios estilos de vida conglomerados allí. Abrigada por un montón de frondosos árboles que se encuentran a su alrededor, la Plaza de Bolívar busca escapar de la urbe, refugiando dentro de si misma todos los transeúntes que se esconden de la selva gris, sin poder dejar de observar la fastuosa representación de ese gran caudillo, que montado en su caballo, arroja un grito de independencia, dándole vida a su estático pero triunfante galopeo. Detrás de la estatua se observa las banderas representativas de este gran país, departamento y ciudad, recordando siempre a todos los pereiranos, el patriotismo y el aprecio a nuestra región. Si estas representan el patriotismo de todos los pereiranos, ¿Por qué se encuentran en tal mal estado, sucias y deterioradas?
En su entorno, se encuentran diferentes bancos, ubicados unos tras otros, además de un almacén de calzado, en el cual, el cliente al entrar, será acechado por el escuadrón del calzado, que miran hacia la entrada con los cinco sentidos bien atentos a la presencia de un comprador en potencia.
La alcaldía de la querendona, trasnochadora y morena se halla también alrededor de la plaza. Entonces, si la alcaldía representa el poder administrativo de la ciudad, ¿dicha administración se encuentra verdaderamente reflejada en la plaza? En la parte de afuera, los comerciantes del minuto a celular pregonan la tarifa mas barata al cliente, urgido por llamar ya sea a su casa, trabajo o amigo. Ubicados en esta parte de la Plaza de Bolívar están situados los puestos de información sobre la farándula, las noticias, los últimos aconteceres en la ciencia, la música, lo místico, con una selección de exquisitos libros de superación personal, y otras entretenidas revistas para adultos y si menores de edad se acercan, también se le vende. Aquí podemos ver dos contrastes por un lado quienes poseen un trabajo estable y saben que al final del mes tendrán un sueldo fijo y razonable, y por otra parte quienes por necesidad mas que gusto poseen un trabajo informal viviendo en la incertidumbre de llegar temprano en la mañana sin que nada les asegure que llegaran en la noche con algo de dinero para sostener sus familias, o simplemente no sabrán si el siguiente día podrán regresar a su sitio improvisado de trabajo, atentos al asecho de aquellos policías que se dirigen hacia ellos con la orden de no dejarles nada en su poder, con la orden de dejar a estos trabajadores ambulantes sin sus medios y herramientas de trabajo.
También se vera alrededor, diferentes sitios de comida, desde los que tienen mayor trayectoria y reconocimiento, como Frisby, Mimo’s y Punto Rojo, hasta aquellos mas recientes y pequeños negocios familiares como el Palacio de las empanadas con las mas ricas empanadas envigadeñas, luego un ostentoso centro comercial, que irradia los ojos de los transeúntes y sus visitantes, las personas de las mas altas clases sociales, las personas mas favorecidas de la ciudad o simplemente turistas que tiene como paso obligatorio la famosa Perla del Otún. Igualmente la Plaza esta rodeada de tiendas fotográficas, de estampado y la catedral, donde se congregan los domingos muchos fieles católicos, recalcándose como una de las partes importantes de la plaza.
SUS HABITANTES.
Su ubicación la hace aun mas especial, convirtiéndola en el principal sitio de encuentro entre pereiranos y extranjeros, enmarcando varios estilos de vida conglomerados allí. Abrigada por un montón de frondosos árboles que se encuentran a su alrededor, la Plaza de Bolívar busca escapar de la urbe, refugiando dentro de si misma todos los transeúntes que se esconden de la selva gris, sin poder dejar de observar la fastuosa representación de ese gran caudillo, que montado en su caballo, arroja un grito de independencia, dándole vida a su estático pero triunfante galopeo. Detrás de la estatua se observa las banderas representativas de este gran país, departamento y ciudad, recordando siempre a todos los pereiranos, el patriotismo y el aprecio a nuestra región. Si estas representan el patriotismo de todos los pereiranos, ¿Por qué se encuentran en tal mal estado, sucias y deterioradas?
En su entorno, se encuentran diferentes bancos, ubicados unos tras otros, además de un almacén de calzado, en el cual, el cliente al entrar, será acechado por el escuadrón del calzado, que miran hacia la entrada con los cinco sentidos bien atentos a la presencia de un comprador en potencia.
La alcaldía de la querendona, trasnochadora y morena se halla también alrededor de la plaza. Entonces, si la alcaldía representa el poder administrativo de la ciudad, ¿dicha administración se encuentra verdaderamente reflejada en la plaza? En la parte de afuera, los comerciantes del minuto a celular pregonan la tarifa mas barata al cliente, urgido por llamar ya sea a su casa, trabajo o amigo. Ubicados en esta parte de la Plaza de Bolívar están situados los puestos de información sobre la farándula, las noticias, los últimos aconteceres en la ciencia, la música, lo místico, con una selección de exquisitos libros de superación personal, y otras entretenidas revistas para adultos y si menores de edad se acercan, también se le vende. Aquí podemos ver dos contrastes por un lado quienes poseen un trabajo estable y saben que al final del mes tendrán un sueldo fijo y razonable, y por otra parte quienes por necesidad mas que gusto poseen un trabajo informal viviendo en la incertidumbre de llegar temprano en la mañana sin que nada les asegure que llegaran en la noche con algo de dinero para sostener sus familias, o simplemente no sabrán si el siguiente día podrán regresar a su sitio improvisado de trabajo, atentos al asecho de aquellos policías que se dirigen hacia ellos con la orden de no dejarles nada en su poder, con la orden de dejar a estos trabajadores ambulantes sin sus medios y herramientas de trabajo.
También se vera alrededor, diferentes sitios de comida, desde los que tienen mayor trayectoria y reconocimiento, como Frisby, Mimo’s y Punto Rojo, hasta aquellos mas recientes y pequeños negocios familiares como el Palacio de las empanadas con las mas ricas empanadas envigadeñas, luego un ostentoso centro comercial, que irradia los ojos de los transeúntes y sus visitantes, las personas de las mas altas clases sociales, las personas mas favorecidas de la ciudad o simplemente turistas que tiene como paso obligatorio la famosa Perla del Otún. Igualmente la Plaza esta rodeada de tiendas fotográficas, de estampado y la catedral, donde se congregan los domingos muchos fieles católicos, recalcándose como una de las partes importantes de la plaza.
SUS HABITANTES.
Por donde se observe, en toda la plaza existen diferentes personajes que van llegando a medida que pasa el tiempo, algunos para buscar el sustento diario, como los tinteros con sus emblemáticos carritos y termos, los cuales son ayudados por el frió de la mañana o las inesperadas tardes húmedas que se están volviendo costumbre en la ciudad, buscando un cliente que empiece a padecer síntomas de hipotermia; los fotógrafos que con sus maravillosas cajitas mágicas dejan plasmado un grato recuerdo de la estadía en la plaza, los vendedores de dulces, o chasitas, con sus cajas llenas de variedad en confitería, buscan a un buen cliente que quiera endulzar un momento de su vida. También se observa trabajar a los emboladores, apoyándose en sus prácticos cajoncitos, donde tienen sus utensilios de trabajo, embolando con tal experiencia unos opacos zapatos, mientras que leen las páginas opuestas de aquel periódico que un afanado cliente lleva consigo. Además están presentes los grandes oradores, que con sus discursos atraen a un centenar de gente para vender el producto a promocionar. Otros se acercan a la plaza a descansar un rato, sentados en las cómodas pero malolientes sillas, estas personas casi siempre son ancianos pensionados que departen un buen rato con sus amigos de tertulia, algunos por que en sus casas son rechazados y marginados, y otros por que ni siquiera tienen casa.
Hay otros mas descarados que se acomodan en los asientos y se echan una siestecita que puede durar hasta cinco horas, unos muy despreocupados de la vida, buscan un rinconcito de la plaza y hacen sus necesidades fisiológicas allí, dejando un hedor un poco desagradable que se confunde con la brisa mañanera y el olor a gasolina que se percibe por todas las calles alrededor de la plaza, después de haber transcurrido algunas horas del día. Se avecinan a la plaza, los desdichados, los solitarios y desamparados, a llorar por sus penas y sus dificultades en la vida.
Los pregoneros del amor buscan un recuerdo en la plaza como una foto al lado del Bolívar, para acordarse de aquel momento tan maravilloso que pasaron ese día, llegando a escuchar alguna melodía de los grandes músicos que se sientan en las banquitas y que con guitarras cantan las canciones de antaño. Otros músicos más exclusivos como el enanito, utilizan un peine para tocar y formar deliciosas y rítmicas melodías para un buen oído musical; sin dejar a un lado a don José Berrio que aunque un poco malgeniado convierte armoniosos sonidos con instrumentos improvisados, botellas de vidrio de diferentes tamaños, llenos de coloridos líquidos que siendo tocadas con dos simples listoncitos forman lindas sinfonías que se pueden escuchar como ecos en todos los rincones de la plaza.
Si se quiere cambalachar algunos accesorios personales como relojes, en una de las esquinas de la plaza se encuentra el sitio propicio para el regateo, o si el arte es lo primordial, siéntese y espere un rato porque el mago del lápiz, que no tiene nada que envidiarle a Van Gogh o a Rembrandt, deje fluir su instrumento en una hoja para plasmar allí la imagen de su cliente; imágenes que probablemente perpetuaran un instante durante muchos años, algunas lograran pasar a otra generación convirtiéndose en un simple recuerdo de la persona, con una firma en la esquina plasmada por un artista anónimo. Mas aun perdurable es la posición de la estatua humana, que roba muchas veces mas miradas que la misma estatua de Simón Bolívar, expresando así el arte y la forma en como se quiere expresar una persona que usa una de sus aptitudes para recolectar algunas monedas que le brindan sorprendidos admiradores de este talento innato.
La vida en la plaza sigue su ritmo, hasta que la musa de algunos poetas soñadores, impone su dominio en lo mas alto del cielo, acompañada por una macha negra que cae sobre la plaza como un suave manto de seda, es en este preciso momento en el cual el Bolívar con un soplo apaga su llama y le da pasa a la amplitud de la noche, esperando por un nuevo día, para mostrar la variedad de historias que cuentan los protagonistas que habitan su territorio, la Plaza de Bolívar.
Mientras tanto muchos de los ciudadanos de esta ciudad, son inconscientes de esta realidad, realidad que se refleja en toda Colombia, personas que se perturban por pequeñeces, y que no alcanzan a imaginarse cual sería su comportamiento y actitud, si estuviesen en estas mismas circunstancias.
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